Una noche diferente, mágica o desastrosa, no sabría muy bien como definirla, no es mi ciudad es un lugar desconocido, calor humano para subsistir en en medio de la penumbra, tus manos junto a las mías, un mechero nuestra hoguera, - ¿Juntamos nuestras mejillas? - esta bien, acércate y cierra los ojos. Siento como tu calor va calmándome poquito a poco por dentro, arrímate a mi y déjame sentir tu aliento cerca, amanecemos en un portal, tiritamos de frío y el cansancio ya forma parte de nuestra esencia, se ha calado irremediablemente e nuestros huesos, aún así estoy felizmente agotada, volvemos a casa...